JUVENTUD MISIONERA...

DOCE jóvenes de la parroquia Santa Bárbara, de la Ciudad de Sensuntepeque (Cabañas, El Salvador), acompañados por dos sacerdotes, llegaron a nuestra parroquia de Rosita, con el entusiasmo y la disponibilidad de todos unos misioneros. Su trabajo consiste en animar espiritualmente a los coordinadores de los grupos juveniles de Rosita y al grupo juvenil de Bonanza; así como ir a visitar por una semana, las comunidades mas lejanas de nuestra parroquia, para llevarles el aliento de la Palabra, el entusiasmo de la fe y el testimonio de la caridad.Gracias P. Roberto y  P. Carlos; gracias Marilin, Moris, Mari, Fredi, Adonis, Beatriz, Cristino, Delmi, Deisi, Alexis, Miguel y Abel. Gracias también a todos los fieles sensuntepecanos e ilobasquenses que estan apoyando a estos jóvenes.

RIO ARRIBA

Recién hemos finalizado la visita a 4 nuevas comunidades del Municipio de Prinzapolka: Santo Tomás Yaoya, Trinidad Yaoya, San José Wakno y Santa Rita Wakno. El segundo nombre de estas comunidades, dice la ubicación del río mas cercano a ellas.
El Padre Tomás Hernández, junto a tres delegados de la Palabra hizo el primer recorrido de parte de la parroquia de Rosita, caminando, en algun caso, hasta por 6 horas.
Son comunidades de cristianos que, viviendo muy lejos de carreteras, luz eléctrica, poblaciones de grandes comercios, etc. viven, celebran y defienden la fe.
Prinzapolka, hace unos 60 años, era la ruta del comercio para la zona norte de la Costa Atlántica de Nicaragua. Por el río del mismo nombre, se sacaba madera y minerales hacia el Océano Atlántico y, a la vez, se introducía a los campos mineros y madederos y a las pocas ciudades que existían, los productos básicos de alimentación y otros.
Con el retiro de esas empresas, también pasó a ser un municipio marginado. Actualmente experimenta un flujo migratorio en busca de tierras, con todas las consecuencias que nos podemos imaginar.

De dos en dos,

de diez en diez,

de cien en cien,

de mil en mil,

descalzos van los campesinos

con la chamarra y el fusil. 

De dos en dos los hijos han partido,

de cien en cien las madres han llorado,

de mil en mil los hombres han caído,

y hecho polvo ha quedado

su sueño en la chamarra, su vida en el fusil. 

El rancho abandonado,

la milpa sola, el frijolar quemado.

El pájaro volando

sobre la espiga muda

y el corazón llorando

su lágrima desnuda. 

De dos en dos,

de diez en diez,

de cien en cien,

de mil en mil,

descalzos van los campesinos

con la chamarra y el fusil. 

De dos en dos,

de diez en diez,

de cien en cien,

de mil en mil,

¡por los caminos van los campesinos

a la guerra civil! 
(Pablo Cuadra, poeta nicaragüense) 

Quién dijo miedo?

Monseñor David (centro),
da la bienvenida al padre Mauricio y al doctor Alberto. 

Padre Mauricio, bajo la supervición de Alberto,
revisa los movimientos de rodillas, tobillos, cintura, etc.
antes de iniciar su gira de 10 días por
Okonwás, Kamawás, Cortezal,
El Guapotal, Kukalaya y El Galope.